jueves, 20 de julio de 2017

Efemérides de Venezuela: Abril

02 de abril de 1819: Batalla de las Queseras del Medio

José Antonio Páez
El 2 de abril de 1819, con 154 llaneros Páez atraviesa el Arauca en busca de las tropas enemigas, y dejándose perseguir un trecho, como quien huye, se devuelve presuroso al grito de «¡vuelvan caras!», y aprovecha el desconcierto de los realistas para penetrar en sus filas y derrotarlas. Las Queseras del Medio, que así se llamó esta acción por el sitio que sirvió de escenario, dieron al caudillo llanero una victoria inenarrable y le merecieron del Libertador el título de “la mejor lanza del mundo”.

05 de abril de 1941: Venezuela pierde de nuevo territorio con Colombia

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El 5 de abril de 1941 Venezuela y Colombia firman en Cúcuta el Tratado sobre demarcación de fronteras y navegación de los ríos comunes, por el cual nuestro país perdió una considerable porción de su territorio. Documento tan grave, de tanta entidad, según el cual Venezuela cedía a Colombia más de 108.000 km2, no debió firmarlo López Contreras, no sólo por antipatriótico, sino porque comprometía al gobierno siguiente, cuando estaba exactamente a 30 días de entregar el poder a su sucesor, Isaías Medina Angarita. ¿En qué se basó López Contreras? En el hecho cierto de que sus Cívicas Bolivarianas tenían mayoría en el Congreso, y terminarían aprobando el Tratado. Y así fue.

El 6 de junio de ese mismo año 1941 empezó la discusión en la Cámara de Diputados. En el Senado se aprobó sin discusión, pero en Diputados sí hubo acaloradas intervenciones de opositores como Rafael Caldera, Pedro José Lara Peña, Navas Spínola, Andrés Eloy Blanco, y otros, que calificaron el Tratado de lesivo para la integridad territorial de Venezuela. Andrés Eloy Blanco, con palabra profundamente nacionalista, empezó por señalar que en cien años Venezuela ha perdido «la quinta parte de su territorio sin disparar un solo tiro». Y agregaba: «Este Tratado, si es leído por nosotros, debe ser leído también por el pueblo de Venezuela. Mi opinión es que este mapa no sólo debe venir aquí, sino que debe publicarse para que el pueblo de Venezuela sepa dónde empieza el río de la «Duda» y en dónde termina el río de sus dudas». Tampoco estuvieron de acuerdo los diputados Rafael Caldera y Pedro José Lara Peña, quienes exigieron que la política diplomática de la Nación debía hacerse del conocimiento del pueblo. Ambos salvaron su voto, fundamentado junto con Navas Spínola. Igual actitud tomaron Andrés Eloy Blanco, Eloy Suárez Flamerich y Ricardo Hernández Rovati. Por el lado de los que apoyaban la firma, el que hizo la más sesuda y larga exposición, desde el punto de vista jurídico, fue el Dr. E Angulo Ariza. Como era de esperarse, por la mayoría lopecista, de la cual no se había desembarazado el nuevo Presidente Medina Angarita, el Tratado de límites fue aprobado por el Congreso el 18 de junio de 1941. Medina Angarita lo ratificó el 21 de agosto. Sin esperar la ratificación del Tratado, el mismo día 5 de abril se encontraron en el Puente Internacional (entre San Antonio del Táchira y Cúcuta) los Presidentes Eduardo Santos, de Colombia, y Eleazar López Contreras, de Venezuela. Ambos Mandatarios se hicieron acompañar de una nutrida comitiva.

El Presidente venezolano llevaba al Canciller Esteban Gil Borges, al Ministro de Educación, Arturo Uslar Pietri y a otros Ministros que con su presencia estaban avalando el despojo que se hacía al país.


05 de Abril de 1969: Muere Rómulo Gallegos

Rómulo Gallegos
Maestro, novelista, ensayista, cuentista, dramaturgo, periodista, Nació en Caracas el 2 de agosto de 1884. Estudió en el Colegio “Sucre” y realizó estudios universitarios en Filosofía, Literatura y Matemáticas. Más tarde, dirigió el Liceo Federal de Barcelona (Venezuela), la Escuela Normal de Caracas y el Liceo “Andrés Bello” de la capital venezolana. Después de abandonar sus estudios de Derecho, se inicia en el periodismo y la literatura en 1909, cuando funda en unión de varios intelectuales la revista La Alborada, sus inquietudes literarias afloran incipientes. En 1913 publica su primer libro de cuentos: Los Aventureros. En este mismo año escribe también su primera novela titulada El último solar, pero no la publica sino en 1920; cuando publicó La Trepadora (1925), el novelista de la tierra natal y el político liberal de oposición ya iban de la mano, diez años más tarde aparece con el nombre de Reinaldo Solar, título definitivo. Es electo Senador por el Estado Apure, pero Gallegos decide no concurrir al Congreso y renuncia desde Nueva York el 24 de junio de 1931, dimitió como acto de protesta contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez. Permaneció en España de 1932 a 1935.

En este período fue publicada su obra cumbre: Doña Bárbara (1929), que es saludada con aplausos por la crítica general, es un libro que coloca como protagonista a la naturaleza misma, expresada en el indómito paisaje de los llanos venezolanos. Luego va a seguir su incansable producción: Cantaclaro (1934); Pobre Negro (1937); Sobre la misma tierra (1943); La brizna de paja en el viento (1952). Durante la Presidencia del General López Contreras fue Ministro de Educación, en 1936. Entre 1937 y 1940 es Diputado al Congreso Nacional por el Distrito Federal.

En 1941 habiendo sido electo Concejal por elección popular, ejerce la Presidencia del Ayuntamiento. Al fundarse el Partido Acción Democrática, Gallegos es elevado a la Presidencia de ese Partido hasta 1948, en que asume la Presidencia de la República tras haber ganado las elecciones por amplia mayoría. El período de Gallegos que debía durar hasta 1952, se redujo a sólo unos meses, ya que fue derrocado por un golpe militar el 24 de noviembre de 1948. Vivió en Cuba y en México hasta su regreso, en 1958. Gallegos escribió también cuentos y dramas, e hizo cine. Fue Premio Nacional de Literatura. La Academia Venezolana de la Lengua lo eligió miembro, pero no se recibió. Murió en Caracas, el 5 de abril de 1969 pero su obra continúa siendo hoy en día, un punto de referencia sobre Venezuela y el mundo iberoamericano.


 07 de Abril de 1822: La Batalla de Bomboná

Francisco de Paula Santander
El Libertador, que en esos días se ocupaba de reducir a los tercos pastusos, actual Departamento Nariño, Colombia, libra el 7 de abril de 1822 la sangrienta Batalla de Bomboná, donde todo fue heroísmo. La acción se inició a las 3 de la tarde. Los realistas, al sentirse derrotados, aprovecharon la oscuridad de la noche para escapar. Con esta importante victoria, Bolívar impidió que las bien provistas tropas de Basilio García fueran a auxiliar a las que se oponían al General Sucre en su carrera hacia Quito. … Y Bolívar, no obstante el vindicativo resentimiento que tenía con esta ciudad, que se opuso, como la que más, a la causa republicana, le decía al General Santander, desde Cali, el 7 de enero de 1822, tres meses antes de la batalla de Bomboná, haciendo justo reconocimiento de la calidad de los adversarios con quienes iría a enfrentarse: “Veo claramente que vamos a luchar contra lo imposible…” Y poco después de esa memorable Batalla, la más sangrienta quizá de la epopeya libertadora de América, el propio Bolívar le declaraba a Santander, el 9 de junio del mismo año: “No puede usted imaginarse lo que es este país y lo que eran estos hombres: todos estamos aturdidos con ellos. Creo que si hubieran tenido jefes numantinos, Pasto habría sido otra Numancia…”


07 de Abril de 1928: Sublevación del movimiento estudiantil contra Gómez

Juan Vicente Gómez
En un nuevo intento por derrocar a Juan Vicente Gómez, el 7 de abril de 1928 estalla un movimiento revolucionario dirigido por el capitán Rafael Alvarado. El movimiento revolucionario de este día fue de tendencia democrática, que se alimentó de las ideas recogidas en Chile por su principal protagonista, Rafael Alvarado Franco, un joven instructor de artillería, nacido en 1898 en Nirgua (Edo.Yaracuy). Al amanecer del 7 de abril los conspiradores tomaron el cuartel de Miraflores y, cuando se dirigían al cuartel San Carlos, fueron dominados por el propio general López Contreras. Todos los involucrados fueron detenidos y torturados. El Capitán Alvarado murió en la prisión del castillo de Puerto Cabello, el 12 de diciembre de 1933.


La Sublevación del 7 de Abril de 1928

El movimiento estudiantil del 28 despertó entre los desafectos y opositores al régimen de Gómez, la posibilidad de una lucha más efectiva; al mismo tiempo convirtió aquel movimiento de protesta, espontáneo, en un movimiento de lucha que tendía a una mayor coherencia para enfrentar la dictadura. La pasantía de los estudiantes por las cárceles más temibles del régimen, La Rotunda y el Castillo de Puerto Cabello, había logrado un efecto positivo en la madurez política, en la clarificación de los objetivos de lucha; en aquellas circunstancias los estudiantes entraron en contacto con importantes sectores opositores. De todo esto resultó que en los primeros días del mes de abril, el 7, se produjo el alzamiento militar del capitán Rafael Alvarado y de los sub-tenientes Barrios, Fernández y Leffman (de la Academia Militar), los militares contaron con el inmediato y amplio respaldo de los estudiantes y de otros sectores de la sociedad caraqueña.

De esta manera, los dirigentes estudiantiles del 28 que habían iniciado un movimiento de protesta, se vieron envueltos al poco tiempo en un movimiento armado cuya finalidad era derrocar al gobierno de Gómez. A diferencia de los tiempos pre-gomecistas, donde los movimientos armados provenían de las áreas rurales y comandadas por viejos caudillos; este movimiento surge desde el más importante centro urbano y con la participación de un sector que nunca había tenido tan importante papel desde la independencia, nos referimos al sector estudiantil; y era que aún cuando el régimen de Gómez tenía oprimida a la sociedad venezolana, nuestros jóvenes estudiantes del 28 estaban preparados a través del estudio de las teorías políticas más avanzadas tanto social-demócratas como socialistas, para emprender un nuevo camino que condujera a la democracia y a la libertad popular.

La insurrección estudiantil-militar del 7 de abril de 1928 que contó con la participación de Raúl Leoni, Jóvito Villalba, Hernán Nass, Rómulo Betancourt, Juan José Palacios, Isaac José Pardo, fracasó y la mayoría de estos estudiantes fueron detenidos; el Castillo de Puerto Cabello, La Rotunda, Palenque y El Sombrero comenzaron a llenarse de nuevo con los jóvenes estudiantes que luchaban contra la opresión, que anhelaban un sistema de vida mejor bajo los ideales de la democracia y la libertad. Los estudiantes que lograron salir al exilio, produjeron un documento denominado: “Mensaje de los Estudiantes Venezolanos en el Exilio a las Juventudes Universitarias de América” La insurrección estudiantil del 28 sirvió para desenmascarar públicamente al régimen de Gómez, se logró el enfrentamiento directo y de nuevo el espíritu de libertad se manifestó en diversas formas. Comenzó a desarrollarse todo un conjunto de acciones como la organización de los exiliados, las posibilidades de formar grupos políticos dentro y fuera del país y surgieron nuevos movimientos insurreccionales contra la tiranía. A la dictadura gomecista sólo le quedó como recurso acusar a los jóvenes estudiantiles y militares de ser “agentes del comunismo internacional”, falacia ésa que no fue creída por nadie ya que estaba muy clara la lucha de los jóvenes estudiantes y cadetes de la Academia Militar solamente por una forma de vida más justa, libre y democrática. Otro de los hechos consecuenciales de la sublevación del 28 fue la reforma constitucional, en efecto ese mismo año el Congreso Gomecista, por disposición de Gómez, modificó en los siguientes aspectos: a) Las faltas absolutas del presidente serían llenadas por una nueva elección del Congreso. Las temporales serían llenadas por el Ministro que designara el Presidente. b) Se prohíbe toda propaganda “comunista”. El Inciso 6º del Art. 32 quedó redactado de la siguiente manera: “Art. 32. La Nación garantiza a los Venezolanos: 6º. La libertad de pensamiento manifestada de palabra, por escrito o por medio de la imprenta, pero quedan sujetas a pena, conforme lo determina la Ley, las expresiones que constituyan injuria, calumnia, difamación, ultrajes o instigación a delinquir. Queda también prohibida la propaganda del “comunismo”.


09 de Abril de 1928: La Convención de Ocaña

Francisco de Paula Santander
El 9 de abril de 1828 se instala en la ciudad de Ocaña (Colombia) la Convención convocada por el Congreso el año anterior. Asistieron a la instalación 67 de los 107 diputados electos. Desde el principio se distinguieron claramente dos partidos: el de santanderistas, por la federación y el de bolivarianos, por el centralismo. La Convención de Ocaña fue prácticamente nula, y se disolvió sin resultados. Bolívar siguió las incidencias de esta reunión desde Bucaramanga. Convocada por el Congreso Nacional de Colombia, la Convención se reunió en la ciudad de Ocaña, con el propósito de reformar la constitución de Cúcuta.

Las labores de la Convención estuvieron caracterizadas por el enfrentamiento político entre centralistas y federalistas. Ambos grupos querían la reforma de la constitución; pero de acuerdo con sus particulares intereses políticos. Los centralistas, bajo la orientación de Bolívar, proponían mayor centralización del poder, mayor autoridad y fuerza del gobierno. Los federalistas, bajo la dirección de Santander, planteaban establecer el sistema federal como medio de alcanzar la autonomía de los departamentos y disminuir la autoridad de El Libertador, a quien acusaban de usurpación y tiranía. Los puntos de vista de los santanderistas coincidían con los propósitos de los separatistas venezolanos, por lo cual sus defensores se unieron y formaron mayoría.

 El enfrentamiento de estas tendencias inconciliables determinó el fracaso de la Convención. Los bolivarianos, sabiéndose en minoría, abandonaron la asamblea y proclamaron la dictadura de El Libertador. No existiendo constitución ni congreso, Bolívar asumió el mando supremo el 24 de junio de 1828 y gobernó por decretos hasta el mes de marzo de 1830.

10 de Abril de 1929: Muere Lisandro Alvarado

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El 19 de setiembre de 1858 nace en El Tocuyo, estado Lara, el médico, historiador, lingüista y filólogo Lisandro Alvarado, quien dedicó gran parte de su intensa vida al estudio del idioma antiguo y moderno, incluyendo el de nuestros indígenas. Este eminente polígrafo consiguió vencer su pobreza y, en 1888, logró graduarse de médico en la Universidad Central de Venezuela. Inició a continuación una carrera profesional que le llevaría a ejercer la medicina y la filantropía en todas las regiones geográficas de Venezuela. Llevó una vida de científico nómada, durante la cual investigó el folklore, la etnografía, la zoología, la botánica y la lingüística venezolana. Lisandro Alvarado produjo una copiosa obra impresa que incluye veinticuatro libros y numerosos ensayos. Entre los primeros destacan «Ideas sobre La evolución del español en Venezuela», «Glosario de voces indígenas», «Alteraciones fonéticas del español en Venezuela», «Neurosis de hombres célebres», «Historia de la Revolución Federal en Venezuela» y «Delitos políticos de nuestra Historia». Este brillante venezolano tradujo al español, de su idioma original, el francés, siete de los nueve tomos referidos a Venezuela del «Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente» de Alejandro de Humboldt. Fue ferviente discípulo de la escuela positivista auspiciada en Venezuela por el Doctor Adolfo Ernst, perteneció a las academias de Medicina, de la Historia y de la Lengua y fue miembro correspondiente de numerosas corporaciones científicas extranjeras. Lisandro Alvarado murió en Valencia, estado Carabobo, el 10 de abril de 1929. La Academia Nacional de la Historia guarda en custodia una colección inédita de sus manuscritos.

11 de Abril de 1817: Batalla de San Félix

Manuel Piar
En la Mesa de Chirica, el 11 de abril de 1817, el General Manuel Piar, héroe desgracido de la Independencia, libra la batalla de San Félix, obteniendo una rotunda victoria frente al General La Torre. Piar conducía 500 fusileros, 800 lanceros de a pie, 500 indios flecheros y 400 jinetes.

Los españoles suman 1.600 infantes con dos piezas de artillería y 200 caballos. Enfrentadas las tropas de La Torre y Piar, luchan enfurecidamente y entre los nuestros, tanto soldados como indios se hacen dignos de la victoria. Gracias a la batalla de San Félix los patriotas obtuvieron no sólo el rico territorio de Guayana sino el inmenso camino, tan útil como hermoso, del Orinoco. César Zumeta, al referirse a Piar y a San Félix, dice: «Formó ejército (Piar), venció por la previsión y el denuedo y fue él quien por primera vez asentó sobre fundamento indestructible la patria e hizo posible la organización de la República. Todo cuanto aconteció después data de San Félix. La campaña de Guayana fue la más trascendental y una de las más bellas de nuestro ciclo histórico». Dice el Diario de Operaciones de Piar que el enemigo ha dejado 593 muertos y 497 prisioneros. Los patriotas dejaron en el campo treinta y un muertos y sesenta y cinco heridos.

11 de Abril de 2002: Insurrección Cívico Militar

Hugo Chávez Frías
 En menos de 48 horas, Venezuela vivió la salida del presidente Hugo Chávez, la asunción del gobierno interino presidido por Pedro Carmona Estanga, la juramentación del vicepresidente Diosdado Cabello como presidente y la vuelta al poder del ex primer mandatario. Una cronología da cuenta de la confusión que enfrentó el país.
  • 9 abril: Comienza un paro general de 24 horas convocado por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), con el respaldo de Fedecámaras (presidida por Pedro Carmona Estanga) y sectores de oposición, en apoyo al conflicto laboral en la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Es la segunda huelga general que vive el presidente Hugo Chávez en cuatro meses. A última hora del día, se decide prolongar la protesta otras 24 horas.
  • 10 abril: La CTV y los empresarios acuerdan extender la huelga general por tiempo indefinido. 


14 de Abril: Día del Panamericano

América
“En todo el Continente Americano se celebra este día. El objetivo de esta fiesta es exaltar los ideales y relaciones de hermandad que deben existir entre todos los pueblos de América. Como miembros de un mismo Continente debemos estrechar nuestras relaciones, ya que en la medida que logremos coordinar acciones y actividades en conjunto, cooperando con espíritu fraterno unos con otros, podremos superarnos y engrandecer nuestras naciones y nuestro Continente.

En Venezuela, desde los inicios de la Primera República, el ideal Panamericano estuvo siempre en el corazón de nuestros Libertadores. Ya en nuestra primera constitución se sostenía que cualquier persona nacida en el Continente Colombiano (nombre dado al Continente Americano por Miranda) podía ser gobernante de Venezuela. La fraternidad de los pueblos americanos constituía para Miranda una meta, un ideal, un destino inamovible. En 1811 el panamericanismo formaba parte del deseo general de los venezolanos, deseo cimentado en la búsqueda de la Unidad y de la Universalidad, deseo consagrado en la estrofa trina de nuestro Himno Nacional: “Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación…”.


17 de Abril de 1818: Intentan asesinar al Libertador

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El 17 de abril de 1818 intentan asesinar al Libertador en el sitio conocido con el nombre de Rincón de los Toros, donde había llegado antes para acampar. En la oscuridad de la noche del día 17, entraron al campamento el Capitán Tomás Renovales y ocho soldados, quienes al verse descubiertos dispararon hacia la hamaca de Bolívar. El propio Libertador narra así el episodio: «… Ibarra (su primer edecán) regresó en aquel momento; yo estaba sentado en mi hamaca, poniéndome las botas; Santander seguía hablando conmigo; Ibarra se acostaba, cuando una fuerte descarga nos sorprende… El general Santander gritó en el mismo instante: «¡el enemigo! ». Los pocos que éramos nos pusimos a correr hacia el campo, abandonando nuestros caballos y cuanto había en la mata. Mi hamaca, según supe después, recibió dos o tres balazos; yo, como he dicho, estaba sentado en ella, pero no recibí herida alguna, ni tampoco Santander, Ibarra ni el general Briceño, que estaban conmigo; la oscuridad nos salvó. La partida que nos saludó con sus fuegos era española … » Casi enseguida vino el ataque al campamento, donde 900 patriotas fueron derrotados por unos 500 realistas, gracias al factor sorpresa.


18 de Abril de 1818: El Motín de Chuquisaca

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El 18 de abril de 1828 el Mariscal de Ayacucho resulta herido en el complot de Chuquisaca, dirigido a derrocar el Gobierno boliviano y a asesinar a Sucre, Presidente. El autor intelectual fue Casimiro Olañeta, pero el verdadero promotor era el general peruano Gamarra, quien, además de ordenar el asesinato de Sucre intentaba invadir a Bolivia con 4.000 hombres que situó en Puno. Después del atentado, Sucre renuncia a la Presidencia de Bolivia. Al presentarse ante el Congreso dice: « … Y aunque por resultado de instigaciones extrañas llevo roto este brazo que en Ayacucho terminó la guerra de la Independencia americana y que destruyó las cadenas del Perú y dio ser a Bolivia, me conformo cuando en medio de difíciles circunstancias, tengo mi conciencia libre de todo crimen».

La herida que recibió Sucre en Chuquisaca sirvió para reconocer sus restos mortales perdidos. Terminada la guerra con la expulsión de los españoles de la tierra de los Incas, establecida la república en el Alto y Bajo-Perú; ocupados los poderes públicos respectivos en afianzar la libertad y hacer perdurable la independencia de las regiones del Pacífico, comenzaron a agitarse las ambiciones antipatrióticas y los intereses mezquinos de localidad. Se puso en juego la seducción para corromper la disciplina y la moral del ejército auxiliar libertador, lo que no tardó en conseguirse conduciéndolo hasta el terreno fatal de la sublevación y el motín de cuarteles.

A la perspicacia de Sucre no se escaparon aquellas tramas, ni el peligro. Se ocupó, para evitar los males, del envío a Colombia de las tropas auxiliares que estaban a su mando en Bolivia; pero se anticiparon aquellos. La fuerza de la intriga, redoblada en los momentos, puso en abierta rebelión al Batallón Voltígeros y otros cuerpos acuartelados en La Paz de Ayacucho, que depusieron a sus Jefes y victorearon al Perú y al General Santa-Cruz. Veamos lo que, dijo un historiador americano:
«Mas desgraciadamente, el General don José Lamar, Presidente entonces del Perú, llevado de miras siniestras, principió por reunir y citar muchos cuerpos de tropas en las fronteras de Bolivia, y, como muy pronto se verá, intervino después a las claras y sin rebozo en sus asuntos, promoviendo la relajación de la disciplina en las tropas que servían en aquella República, violando su territorio y conculcando su fueros.» «Activamente se ocupaba Sucre en preparar transporte y dinero para devolver a Colombia las tropas auxiliares, pensamiento que mucho tiempo antes le había sugerido el deseo de dar al Perú y a Buenos Aires inequívoca muestra de las miras pacíficas de su gobierno, y a los pueblos de la República un testimonio de la confianza que tenía en su amor, y de la seguridad que le inspiraban sus propios procederes; cuando un motín en Chuquisaca concertado por las intrigas de Lamar y dirigido por el General Agustín Gamarra, que mandaba las tropas peruanas situadas en la frontera de Bolivia, vino a amargar su corazón y a dar principio á los trastornos que, después, multiplicadamente y sin respiro, turbaron el sosiego de la incipiente y desgraciada República».
Tales sucesos trastornaron en el momento el plan de transportar a Colombia las tropas auxiliares. Sucre, disgustado, se propuso resignar su autoridad suprema que ejercía legalmente, en la Representación nacional boliviana, que convocó por decreto de 31 de diciembre para el inmediato mayo, y alejándose de la capital de la República dejó el Poder Ejecutivo a cargo de sus Ministros, con lo que quiso que quedaran en completa libertad las inmediatas elecciones. En La Paz de Ayacucho sonó primero, ya se sabe, el clarín de la sedición y del motín; pero conviene hacer constar que no fue aquella sociedad cómplice en el suceso.
«El pueblo de la Paz, dice un historiador, no se ingirió en esta odiosa traición: por el contrario, animándose sus vecinos notables, luego que se vieron libres de la fuerza, recogieron y custodiaron algunos dispersos y rezagados, y contribuyeron así gradualmente a mantener el orden en la población»….. «Sabidos por Gamarra estos sucesos, dice otro historiador, sin previa declaración de guerra, violando todos los actos, y aprovechando las circunstancias de haberse embarcado ya para su país los auxiliares colombianos y estar malamente herido Sucre; hizo irrupción en Bolivia con 5.000 peruanos. Estrechado y amilanado el Presidente accidental Urdininea, admitió en Piquiza las bases de una especie de tratado, por el cual habían de salir de Bolivia todos los militares colombianos, debía reunirse el Congreso, admitir la renuncia del Gran Mariscal, y convocarse una Asamblea que reviese y modificase la Constitución del Estado. Convenio vergonzoso en que Bolivia recibió cual ley la despótica voluntad de los violadores de su territorio, sin la disculpa siquiera de haberles resistido». «Todo lo veía Sucre, y nada tenía que esperar de aquella gente. Como el Congreso tardaba demasiado, en reunirse, puso en manos de algunos de sus miembros, ya presentes en Chuquisaca, tres pliegos que contenían la renuncia de la Suprema Magistratura, la organización del Gobierno provisional, y las propuestas que le tocaba hacer, según la Constitución, para la Vicepresidencia de la República. Inmediatamente después se encaminó a su patria, tocando de paso en el Callao, para ofrecer al Gobierno de Lima su mediación particular en el arreglo de las diferencias que daban origen a la guerra encendida entonces entre el Perú y Colombia. Recibida con frialdad y aún con desdén esta oferta generosa, abandonó Sucre las costas peruanas, y llegó a Guayaquil el 17 de septiembre, después de seis años de ausencia y de servicios, por resultado de los cuales quedó libre el Perú, constituida Bolivia y terminada la guerra de la Independencia americana».


19 de Abril de 1810: El 19 de Abril de 1810

19 de Abril
Lo del 19 de abril de 1810 fue un golpe de Estado, pero no llegó de golpe. En la formación intelectual de los mantuanos (ricos) de Caracas estaba presente la Ilustración europea. No escapaba a ninguno de ellos el conocimiento de los orígenes y desarrollo de revoluciones tan notables como la norteamericana y la francesa. Venían, pues, nuestros patricios, alimentándose de estos movimientos independentistas, además de los que tenían muy cerca, los de Gual y España, las invasiones fallidas de Miranda, etc. Pero la influencia más inmediata fue la invasión de España por parte de Napoleón Bonaparte. Este hecho, que causó indignación a los españoles, repercutió también entre nosotros, de manera que empezaron a hacerse diversas manifestaciones a favor del cautivo rey de España. Fernando VII, desde su cautiverio, ordena que se formen de inmediato Juntas Populares para la defensa de la legalidad y la fidelidad ad rey.

El 29 de mayo de 1808 se instala la Junta de Sevilla, y en Caracas será imitada más tarde. El 15 de julio de 1808 llega a Caracas el francés Paul de Lamanon, con la misión de hacer reconocer como nuevo rey de España a José Bonaparte. La reacción no se hizo esperar. Los hermanos Bolívar, los Ribas, los Montilla, los Ustáriz, jóvenes entonces, organizaron una gigantesca manifestación de unas 12.000 personas que pidió la expulsión de Lamanon. Las conspiraciones secretas continuaron hasta que llegó el 18 de abril de 1810, víspera de la revolución. Los más importantes representantes de la sociedad caraqueña estaban comprometidos con el golpe. Al mediodía del 18, el gobernador y capitán general Emparan, que estaba detrás de los hilos de la conspiración, envió a algunos de los golpistas a diversos sitios del país; entre ellos, a Bolívar lo confinó en su hacienda de Yare, en los Valles del Tuy. Por eso, cuando al día siguiente, el 19 de abril, estalla la revolución, Bolívar no se encontraba en Caracas.

23 de Abril: Día del Idioma y del Libro

Miguel de Cervantes Saavedra
En Conferencia General del día 15 de noviembre de 1995, la UNESCO declaró el 23 de abril, día de San Jorge, Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor y en esta fecha se honra además la memoria de un ilustre escritor cuyo manejo creador del idioma castellano, al cual imprimía una gracia insuperable, ha sido motivo de admiración y elogio durante 4 siglos. “Miguel de Cervantes Saavedra figura máxima de las letras españolas, nació en Alcalá de Henares en 1547 y muere en Madrid en 1616. Su vida azarosa hizo de él un paje de eclesiástico, soldado en la batalla de Lepanto (1571), donde fue herido en la mano izquierda, prisionero de los turcos en Argel, alcabalero en Andalucía, agente proveedor de la Armada Invencible, modesto protegido del conde de Lemos, que no ejerció un mecenazgo demasiado generoso con él, memorialista en perpetua espera del favor real, escritor mal comprendido de sus contemporáneos y marido desengañado e infeliz en su hogar, En su penosa existencia, Cervantes fue encarcelado varias veces: por deudas y por una oscura cuestión de homicidio. Su última página, la dedicatoria al conde de Lemos de su novela (publicada póstumamente por su viuda) Trabajos de Persiles y Sigismunda, aparece firmada en Madrid, el 19 el abril de 1616. Cuatro días después, el 23 de abril, Cervantes moría en la capital española, miserable y abrumado por el destino. Pese a sus veleidades poéticas, Cervantes fue ante todo y sobre todo un novelista, un altísimo y genial novelista, que cultivó todos los géneros narrativas que predominaban en su época: la novela pastoril con La Galatea; la novela corta a la moda Italiana con las doce Novelas Ejemplares, donde las hay de todos los géneros: picarescas (El coloquio de los perros, Rinconete y Cortadillo y El casamiento engañoso), de costumbres ( El celoso extremeño, la gitanilla. La ilustre fregona, La fuerza de la sangre y El amante liberal), filosóficas (La española inglesa y El licenciado Vidriera) y al estilo italiano (La señora Cornelia y Las dos doncellas); y a las que habría que añadir La tía fingida, que se atribuye a Cervantes sin que hasta hoy se esté cierto de su autenticidad; y la novela de tipo bizantino, con raptos, viajes naufragios, anagnórisis y mil aventuras: Los trabajos de Persiles y Segismunda. Pero donde culmina sin duda el genio cervantino es en su inmortal creación Aventuras del ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuya primera parte vio la luz en Madrid, en 1605, completada, diez años después, por una segunda parte, publicada también en Madrid. El Quijote es una auténtica suma del arte novelístico del Renacimiento español, pues todas las corrientes y tendencias español, pues todas las corrientes y tendencia se dan cita en este texto de inspiración erasmista: novela de caballerías en su concepción inicial de sátira de este género, novela pastoril( pasajes de las bodas de Camacho y del pastor Crisóstomo y la hermosa Marcela), novela bizantina (pasaje del cautivo), novela italiana (pasaje del curioso impertinente), novela picaresca (pasaje del titiritero Ginés de Pasamonte y su mono amaestrado), relato paremiológico (conversaciones de Don Quijote y Sancho, con los refranes con que el escudero salpica su conversación), evocación del romancero, valoración del teatro de la época, etc. (V. Quijote [EL].) Se deben también a Cervantes un poema crítico-literario compuesto en tercetos: Viaje del Parnaso, algunos versos de circunstancias. Ocho Entremeses (La guarda cuidadosa, la cueva de Salamanca, El Juez de los divorcios, El viejo celoso, El rufián viudo, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La elección de los alcaldes de Daganzo) y varias comedias ( La gran sultana, Los baños de Argel) y tragedias ( La Numancia), que no añaden nada a su gloria. Cervantes (Premio Miguel de) importante premio literario otorgado en Madrid desde 1976 a eminentes autores por el conjunto de su obra.”

23 de Abril de 1936: Muere Teresa de la Parra

Teresa de la Parra
El 5 de octubre de 1889 nace en París, Francia, Ana Teresa Parra Sanojo, escritora venezolana conocida por su seudónimo Teresa de la Parra. Hija de padres Venezolanos residenciados en París. A la edad de dos años fue traída a Venezuela. Parte de su infancia transcurre en “El Tazón”, la hacienda familiar, ubicada entre Tumerito y Piedra Azul, y en la apacibilidad del hogar caraqueño. A los ocho años de edad queda huérfana de Padre, y su Madre resuelve volver a Europa con el fín de educar a sus hijos, que en total eran seis. Teresa de la Parra ingresa en el Colegio de la Damas del Sagrado Corazón, en España, y se consagra a la lectura de escritores famosos entre ellos: Guy Muapassant; Catulle Méndes y Valle-Inclán, quienes van a ejercer gran influencia en su formación literaria. Al cabo de diez años vuelve a Venezuela y comienza a revelarse como escritora, en artículos publicados por ella en diferentes diarios capitalinos. Con motivo de la visita del Infante Don Fernando de Baviera y Borbón a Venezuela, Teresa es elegida para contestar un mensaje enviado por la Infanta Doña Paz de Borbón, dirigido a Chile y a toda la América Hispánica, recibe grandes elogios por la profundidad de su pensamiento y por su encanto prosístico.

24 de Abril de 1822: La Acción de Juana de Ávila

Las fuerzas patriotas comandadas por el Coronel José Rafael Heras, el 24 de abril de 1822, destrozan las tropas españolas que se habían atrincherado en el hato Juana de Avila, ubicado cerca de Maracaibo. Esta fue una acción verdaderamente heroica. En efecto, el General Francisco Tomás Morales, que ya había sufrido una tremenda derrota en Carabobo, trata ahora de rescatar a toda costa la Provincia de Maracaibo, que se había pronunciado en favor de la Independencia en enero de 1821. El capitán Juan Ballesteros se refugia en el hato Juana de Avila, donde sale a buscarlo el valiente Heras y lo destroza. Se dice que todos los españoles murieron en la acción, hasta el propio Ballesteros. También murió poco después, como consecuencia de las heridas recibidas allí, el intrépido José Rafael Heras. Esta acción demuestra que en Carabobo no terminó todo, y que hacía falta la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823 y el 8 de noviembre de ese mismo año, en que fue arriada la bandera de España en Puerto Cabello, para que concluyera definitivamente la guerra de independencia en Venezuela.


24 de Abril de 1863: El Convenio o Tratado de Coche

Antonio Guzman Blanco
Pedro José Rojas, Secretario General del Jefe Supremo de la República (Páez) y Antonio Guzmán Blanco, Secretario General del Presidente Provisional de la Federación (Falcón), firmaron, el 24 de abril de 1863, el llamado Convenio de Coche, por el cual «el ejército federal reconoce al Gobierno del Jefe Supremo de la República y de su sustituto». Sin embargo, ni Falcón ni los demás Jefes federales aceptaron dicho Convenio, por lo que hubo que modificarlo y ambos firmantes redactaron el tratado definitivo, que se firmó en mayo de este mismo año.

Convenio de Coche

Pedro J. Rojas en nombre de Páez y Guzmán Blanco en nombre de Falcón acuerdan:
  1. El ejército Federal reconoce el gobierno del Jefe Supremo de la República y sus sustitutos.
  2. Una asamblea se reunirá en Caracas dentro de treinta días después de canjeada la aprobación de este convenio.
  3. Cada provincia elegirá 4 diputados; 2 el gobierno y 2 la Federación.
  4. En el momento de instalarse la Asamblea Nacional, cesará el gobierno del señor General Páez y su sustituto, y la Asamblea constituirá enseguida un nuevo gobierno de la manera que lo estime conveniente.
  5. Una vez que la Asamblea Nacional haya constituido el nuevo gobierno, continuará deliberando sin restricción alguna sobre los ramos de la administración pública.
  6. El gobierno nombrará al Sr. General Falcón, General en Jefe del Ejército de la República, y al Sr. Facundo Camero, segundo jefe del mismo.
  7. No se hará ninguna alteración notable ni en situación de tropas ni en mandos militares, ni en ninguna otra cosa contraria al espíritu de este convenio.
  8. Cese de las hostilidades en toda la República.
  9. Salvo lo que se dispone en el artículo anterior y que comenzará a regir inmediatamente, el presente convenio se pondrá en ejecución tan luego como lo hayan aprobado el Jefe Supremo de la República y el Sr. General Falcón.
Coche, 24 de abril de 1863.


25 de Abril de 1812: La Batalla de las Mujeres

El 25 de abril de 1812 Monteverde ocupa la ciudad de San Carlos. Dos días antes, el 23, había derrotado a los patriotas en el combate de San José de Mapuey. En San Carlos, Monteverde se encontró un batallón de aguerridas mujeres que le hicieron frente, no sólo a su ejército, sino también a la turba de pardos que saqueaba y quemaba las casas de la ciudad. Este valeroso gesto de la mujer sancarleña fue reconocido por el Libertador en una proclama dictada en Trujillo, 13 de junio de 1813 a sus soldados: «¡Las mujeres, sí, soldados, las mujeres del país que estáis pisando combaten contra los opresores, y nos disputan la gloria de vencerlos!».


25 de Abril de 1914: Natalicio de Marcos Pérez Jiménez

perez-jimenez
Los venezolanos que nacieron a partir del 23 de enero de 1958, no conocieron la Dictadura. Este régimen quedó en las mentes de quienes la vivieron o en los cientos de libros de textos que se han escrito sobre ésta; en todo caso, las nuevas generaciones no podrán calificarla en toda su intensidad. Desde ese 23 de enero se ha venido consolidando la democracia, con sus yerros e imperfecciones, pero también, con lo más importante, el espíritu de libertad que se respira.

La última dictadura ejercida en Venezuela fue la de Marcos Pérez Jiménez, la ruta de Pérez Jiménez hacia el Poder dictatorial comenzó el 24 de noviembre de 1948, cuando fue derrocado el Presidente Gallegos. Entonces se instauró una Junta Militar de Gobierno, presidida por el Coronel Carlos Delgado Chalbaud. Le acompañaban Luis F. Llovera y el Mayor Marcos Pérez Jiménez. Pérez Jiménez nació en Michelena, estado Táchira, el 25 de abril de 1914. Estudió en la Escuela Militar de Caracas y siguió cursos de Artillería en la famosa Escuela de Chorrillos, Perú, en 1939, así como el curso de Estado Mayor. En 1945, con el grado de Mayor, participó en el derrocamiento de Isaías Medina Angarita y en 1948, en el de Rómulo Gallegos. El 5 de julio de 1955 fue ascendido a General de Brigada, y un año más tarde a General de División. Asesinado Delgado Chalbaud, el 13 de noviembre de 1950, pasó a presidir la Junta el Dr. Suárez Flamerich.

El 30 de noviembre de 1952 se realizaron las elecciones para elegir la Asamblea Constituyente. Pérez Jiménez desconoció los resultados electorales que favorecieron a URD con 987.000 votos, y el 2 de diciembre de 1952 asumió la Presidencia. No la soltaría sino hasta el 23 de enero de 1958 en que fue derrocado. En 1952, consolidó su régimen. A través de la SN (Seguridad Nacional), un cuerpo autónomo dirigido por Pedro Estrada, hombre de entera confianza de Pérez Jiménez, se encargó de controlar y silenciar a los dirigentes de la oposición, procurándoles cárcel y las más despiadadas torturas. Sin embargo, muchos opinan que la “mano dura” de Pérez Jiménez es lo que hace falta hoy en día, pues si bien es cierto que abusaba de su autoridad, también lo es, que las obras más monumentales de Venezuela, como lo son la autopista Caracas – La Guaira, el Centro Simón Bolívar y el Puente sobre el Lago de Maracaibo, entre otras, fueron construidas durante su gobierno. En 1957, Pérez Jiménez mediante un plebiscito se hizo reelegir como Presidente para el período 1958-1963; pero la descomposición interna de su régimen y el trabajo laborioso y subterráneo de los partidos políticos, especialmente Acción Democrática (AD), hicieron que las bases que lo sustentaban en el poder se fueran tambaleando.

El 23 de enero de 1958, en horas de la madrugada, Pérez Jiménez no pudo resistir más el enfrentamiento del ejército y huyó junto con su familia a Santo Domingo en un avión denominado “La Vaca Sagrada”. Finalmente, no se pudo callar la ira de un pueblo que sufría en carne propia persecuciones, torturas, allanamientos, asesinatos, en fin, todas las manifestaciones propias de una dictadura militar. De inmediato se instaló una Junta Cívico-Militar, y el pueblo se volcó a las calles para celebrar la caída de una dictadura de diez años. Muchos se vengaron de sus deudos en las personas y bienes de los miembros de la Seguridad Nacional. Pérez Jiménez se trasladó a Madrid, donde aún vive y disfruta presuntamente del dinero obtenido mediante el enriquecimiento ilícito. El General Marcos Pérez Jiménez muere de un infarto en Madrid el 20 de Septiembre de 2001 a sus 87 años de edad.


26 de Abril de 1905: Natalicio de Raúl Leoni

Raúl Leoni
Raúl Leoni nació en la población El Manteco, estado Bolívar, el 26 de abril de 1905. En Upata hace sus estudios primarios y el bachillerato en el Liceo Caracas. A partir de 1923 cursa Derecho en la Universidad Central, pero por razones políticas se gradúa en el exilio colombiano.

En Barranquilla presenta con Betancourt el Plan de Barranquilla. Regresa a Caracas en 1936; pero López Contreras lo expulsa del país el 14 de marzo de 1937. Leoni es de los fundadores de Acción Democrática. En 1945 es miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno que preside Betancourt, y a la vez es Ministro del Trabajo. El golpe del 48 lo lleva a la cárcel por ocho meses; el 17 de julio de 1949 es expulsado a Washington, donde se casa con doña Menca Fernández. Al regresar a Venezuela, en 1958, trabaja con empeño en la reorganización de Acción Democrática, que lo eligió su Presidente en 1959. También, como Senador por el Estado Bolívar, va a presidir el Congreso Nacional. El período presidencial de Leoni se desarrolló desde el 11 de marzo de 1964 hasta el 11 de marzo de 1969, en que entregó el Poder al Presidente Rafael Caldera. Su esposa doña Menca se hizo sentir por su acción social a través del Festival del Niño. Raúl Leoni murió el 5 de julio de 1972 en Nueva York, donde había ido para seguir tratamiento médico.

28 de Abril de 1774: Nacimiento de Manuel Carlos Piar

Ver: “Biografía de ManuelPiar“.


29 de Abril de 1782: Nacimiento de Antonio Nicolás Briceño

Antonio Nicolás Briceño
Antonio Nicolás Briceño, abogado, coronel y prócer de la Independencia, conocido como «El Diablo» Briceño, nace en la población de Mendoza, estado Trujillo, el 29 de abril de 1782. Fue uno de los firmantes del Acta del 5 de Julio y al comenzar la guerra, el coronel Briceño actuó como hombre de confianza del generalísimo Francisco de Miranda. La Capitulación de 1812 lo lleva al destierro. Va a Curazao y de allí pasa a la Nueva Granada. En 1813 elabora un plan de acción en Cartagena que era una especie de «Proclama de guerra a muerte». En las montañas de San Camilo fue apresado por los realistas y murió fusilado el 15 de junio de 1813, en la ciudad de Barinas. Ese mismo día Bolívar dictaba en Trujillo su famoso «Decreto de Guerra a Muerte». Su cabeza fue exhibida en el camino hacia San Cristóbal, y su mano derecha la enviaron a La Victoria. 


29 de Abril de 1870: Muere Juan Crisóstomo Falcón

 

Fuente:

http://www.desderubio.com/efemerides-de-venezuela-abril-2/

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